El
23 de julio de 1918 se aprobó el Real Decreto para la circulación de vehículos
con motor mecánico para las vías públicas de España. Como curiosidad podemos
decir que la edad máxima para poder conducir era la de 67 años y que las
mujeres estaban discriminadas por razón de su estado civil: las casadas
necesitaban licencia marital para obtener el permiso de conducción, limitación
que no afectaba a las solteras o viudas.
La primera mujer con permiso de conducir: Catalina García González, de Puebla de Lillo.
Seguramente ella no lo sabía pero era la primera mujer
de España en intentarlo, lo que justificaría el manojo de nervios que era
cuando bajó a casa de Antonio Martín Santos, en León, que era quien examinaba.
Todo iba bien pero al ir a entrar en el llamado Molino
de Sidrón (hoy plaza del Espolón), la ‘acelerada’ mujer no midió bien y tiro
las puertas, no se rindió, nunca se rindió en su vida Catalina. Y en la segunda
ocasión obtuvo su permiso de conducir, el primero que se expedía en España. Era
el año 1925 cuando esta singular montañesa entraba en la historia, aunque a
ella lo que le preocupaba era poder comenzar a trabajar al volante de aquel
coche de matricula LE-934 que le esperaba en Lillo.
Su segundo coche fue un Hispano Suiza de matricula
LE-1634. Eligió este modelo porque era ‘recomendable’ trabajar con un modelo
nacional para lograr otro objetivo en el que también sería pionera, la
concesión de una línea de transporte en exclusiva, entre Cofiñal y Boñar.
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